El noticiero más querido de Chile volvió a hacer de las suyas, pero esta vez a nivel mundial. 31 Minutos aterrizó en Washington para grabar su esperado Tiny Desk Concert con NPR, convirtiendo las oficinas del medio estadounidense en un verdadero estudio del noticiero más caótico y entrañable de Latinoamérica.
Tulio Triviño, Juan Carlos Bodoque, Patana y Juanín se robaron el show con una mezcla de humor, sátira política y nostalgia que encantó a miles de espectadores. Durante veinte minutos, las marionetas interpretaron sus temas más populares, llenando la sesión de bromas y referencias que solo los fanáticos más atentos lograron captar.
Tulio, Trump Y Un “Wen Abogao”
Desde el primer momento, el presentador Tulio Triviño marcó el tono del espectáculo: “Soy Tulio Triviño y esta es la presentación de 31 Minutos en Washington, que es exactamente el tiempo que expiran nuestras visas de trabajo”. Con esa frase, el elenco inició una divertida crítica a la política migratoria del expresidente Donald Trump.
Minutos después, un cocodrilo pelirrojo con una gorra roja —claramente inspirada en el lema “Make America Great Again”— apareció en escena, provocando risas entre el público. “Es solo un amable señor que se quiere asegurar de que volvamos sanos y salvos a casa”, dijo Juan Carlos Bodoque con su característico sarcasmo.
El conejo más cínico del noticiero remató la escena con otra joya: “Pero no te preocupes, ante cualquier dificultad llamo a mi abogado”, dando pie a los acordes de la intro de Better Call Saul para interpretar “Objeción Denegada”. Al terminar la canción, se escuchó un audio viral de Chamakito gritando “¡wen abogao, wen abogao!”, cerrando con un guiño lleno de humor local.

Humor Chileno Con Toques Globales
Aunque la presentación estuvo repleta de referencias internacionales, 31 Minutos no perdió su esencia chilena. Antes de cantar “Calurosa Navidad”, los personajes aprovecharon para anunciar el estreno de su nueva película del mismo nombre, que llegará en noviembre a Amazon Prime Video.
Entre risas y canciones, el grupo repasó algunos de sus clásicos como “Mi Muñeca Me Habló” y “Arwrarwrirwrarwro”, temas que marcaron a toda una generación y siguen siendo parte del imaginario colectivo latinoamericano.
El cierre fue digno de su estilo: una versión rockera de “Yo Nunca Vi Televisión (Y Luego Sí Pero Después No)”, donde se unieron todos los personajes —humanos y marionetas— para cantar al unísono, celebrando veinte años de humor inteligente y absurdo.
Un Tributo A Los Prisioneros
Para coronar el espectáculo, 31 Minutos incluyó un homenaje inesperado. Al final de su canción más icónica, los músicos tocaron el cierre de “La Voz de los 80”, el clásico de Los Prisioneros.
El guiño fue interpretado como un reconocimiento a la banda chilena que marcó una época con su crítica social y su espíritu rebelde, algo que también define el ADN de 31 Minutos. Fue un cierre emotivo y perfecto para una presentación que mezcló ironía, crítica y amor por la música.
Con este Tiny Desk, 31 Minutos demostró que sigue siendo un fenómeno cultural. Su humor sigue tan vigente como hace veinte años y su forma de abordar la política, la sociedad y la cultura pop sigue conquistando públicos más allá de Chile.
 
			



 
							




